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 La Villa de Cee, localidad de la provincia de A Coruña, deriva de cetárea (cetus) en latín ballena, tuvo cierta importancia en la pesca de cetáceos siendo la factoría más conocida la de Caneliñas, lugar del Ayuntamiento de Cee. Ligado a las leyendas y tradiciones de Costa da Morte, que ya desde tiempos remotos, se intenta explicar su misticismo, a todo lo que sucede en este mágico lugar, a caprichos divinos como la Aparición da Virxe da Xunqueira, la cual se encontró entre unos cañaverales. Tierra de contrastes, zona granítica desde la parte más abrupta Gures y Caneliñas a la más suave y arenosa como la playa de la Concha, frente a un mar embravecido en el que en su día fue habitat natural de las Legendarias Ballenas.
Los cetáceos son mamíferos placentarios que tienen su origen en el Eoceno, hace 55 millones de años. Enviados por el dios de las aguas para proteger a los marineros, los cuales cuando el naufragio ocurría próximo a la costa, los delfines eran los encargados de llevarlos a tierra, ahora bien si esto se producía en alta mar a varias jornadas de la costa eran las ballenas las encargadas de traerlos a tierra en su vientre una vez engullidos evitando así morir de hipotermia, como ejemplo tendríamos el mito bíblico de Jonás, el cual permaneció en el vientre hasta tres días.
Remontándonos en la historia, encontramos en Noruega ballenas dibujadas en las rocas datadas en el 2.200 a.c. Precisamente una empresa noruega y otra catalana esquilmaron la especie en Costa da Morte, y solo un mero epitafio en una plaza de Cee es símbolo de su mágica huella. La literatura inmortalizó la caza de ballenas a través de Moby Dick novela de Herman Melville en la que un grupo de pescadores intentan cazar la gran ballena blanca ganando ella la batalla por la libertad.
Su esencia cósmica es muy ancestral, tan ancestral como el universo mismo, han estado en el planeta mucho antes que el ser humano, han viajado por el universo estableciendo sus semillas cósmicas en Sirio, Pleyades, Andrómeda y muchos otros símbolos estelares. Además toda la familia cetácea: delfines, ballenas…habían inventado el lenguaje muchísimo antes que nosotros, constatar su sutiles signos, códigos, cánticos melodiosos, sonidos simbólicos. Estos mamíferos marinos tienen respiración pulmonar y no a través de branquias, paren y alimentan a sus crías. Su cerebro es más grande que el del ser humano y son ellos los que nos enseñaron el lenguaje.
Historia real: una ballena enrollada en redes de pesca y después de ser liberada por cuatro buzos, le fue dando las gracias uno por uno “Cuando la ballena sintió que era libre comenzó a nadar en círculos alrededor nuestro. Luego se acercó a cada uno de los cuatro y con una delicadeza extrema dio un toque con su aleta a cada uno”.
Una leyenda: el Portus Artabrorum situado en Duio, localidad situada en el extremo norte de la playa de Langosteira, Finisterre, era una gran ciudad, la mayor posiblemente de Galicia, pero por su soberbia y dificultad de ser cristianizada, fue sumergida por un cataclismo. Fueron estos cetáceos los encargados de evitar la desaparición de estos Ártabros, tragándolos y siendo alojados en su vientre durante tres días hasta que las aguas bajaron y volvieron a su cauce, vomitándolos más adelante en distintos lugares próximos dando origen a poblaciones como El Pindo, Ezaro o Ameixenda, las cuales están muy próximas al Hotel de Naturaleza AV.
Fdo.: José Ares
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